domingo, 27 de noviembre de 2011

20)- El Boxeador Robin Campoa, o el Problema de ser un Peso Pluma


NOTA PREVIA: Si no entiende usted un pepino respecto a qué va ésto del Baúl, ni del entorno de aDitoday, ver documento Breve introducción a los “Eventos”, y a la evolución de “Las Criaturas del Baúl”, http://elbauldebandolera.blogspot.com/2011/08/introduccion-los-eventos-y-la-evolucion.html, o en su defecto el texto del primer personaje, “Joselito, el Niño de la Guasa, o la Fuerza de la Necesidad”.

En todo caso, conviene recordar que ninguna en de estas criaturas se busca “per se” un valor literario en especial. Se trata de otra cosa.... De algo para ser, sencillamente, vivido.




Bueno, de nuevo ha habido este año Evento artístico-familiar navideño, así que no me ha quedado más remedio que abrir el Baúl a espuertas, darle lustre y esplendor, y seguir nutriendo la ingratitud de las criaturas que ya conocéis con nuevas compañías que, aunque ahí estaban, todavía no tenían ni nombre, ni atrezzo, ni apenas un esbozo de historia.

Desde que se produjo la aplastante incursión en Facebook del Club “Las Delicias del Baúl” , una servidora sólo ha podido escribir, y seguir escribiendo, y poner bandas sonoras, y diseñar atrezzos, y espolear a los participantes para que ensayaran dignamente, y definir las coreografías finales, y.... Siendo sincera, básicamente evadirme del susto que la realidad paralela del “otro lado del espejo” me había reservado con la indigestible materialización virtual que MIS creaciones estaban llevando a cabo a mis espaldas.

De veras, no puedo pensar. Apenas he visitado Facebook para felicitar las Fiestas, sigo sin coger el teléfono si no conozco el número, y estoy muerta de horror. Sé que ahora están esperando conocer a “los nuevos”, reequilibrar sus juegos de poder en el Baúl y, no me cabe la menor duda, captar a la nueva hornada de inocentes para hacerlos suyos. Ya no sé qué más se les puede ocurrir para convertir mi vida en una continua interrogación existencial, pero, de momento, miro hacia otro lado y hago ver que no me acuerdo.

Dado que todavía he de recoger el caótico camerino, digerir guisos y turrones, metabolizar los alcoholes ingeridos, ser consciente de que ya no es festivo, maldecir lo poco que ha durado, repasar la película del evento, y decidir cuándo puñetas vuelvo a las lechugas y las lonchas de pavo, voy a disfrutar (o sufrir, tanto da) estos esbozos de realidad, antes de afrontar el grave problema del punto al que está llegando la realidad paralela.

Si algún día tomo conciencia de que en realidad soy Dorothy, o la Bella Durmiente, prometo que os aviso.

De momento, hoy me traigo a uno de “los nuevos”. Aunque pasado mañana ya esté contaminado, de momento hoy lo tenéis inocente como un bebé. Está nervioso, como yo, preocupado, como yo, a punto de buscar un psiquiatra, como yo.... Y como yo, con ganas de atizar algún que otro mamporro virtual.

Vamos, que parece muy jorobado, el hombre. Personalmente, intentaré con todas mis fuerzas no desarrollar su mismo tic....

Asi que, Damas y Caballeros, con todos ustedes, el gran campeón de los pesos pluma, el boxeador más aclamado, el deportista más disciplinado jamás conocido....

En resumidas cuentas....¡¡El gran Robin Campoa!!
Suena la música, arriba telón.


PERSONAJE: EL CAMPEÓN PESO PLUMA ROBIN CAMPOA
DISFRAZ:
Calzones de boxeador, camiseta imperio, albornoz (perfecto si es de regalo publicitario), zapatillas de deporte, guantes de boxeo, tiritas en la cara, maquillado moratón en un ojo.
COMPLEMENTOS: Un exagerado tic en el ojo, un taburete, el cactus de Alenvedi.
TEMA MUSICAL: El ojo del tigre (BSO de “Rocky”)


TEXTO BASE CAMPEÓN ROBIN CAMPOA:
(Entra a paso ligero, dando golpes imaginarios con el guante de boxeo, con cada guantazo suelta un “Eiii!”).
¡Eiii! ¡Eii!! ¡Eiiiii!!!!
¡Uff!!

Buenas, aquí.... (Sin aliento) … Entrenando....
¡Eiii! ¡Eii!! ¡Eiiiii!!!!

No hay dolor, no hay dolor....

(Deja de golpear al aire)
Con ustedes, el campeón mundial de Peso Pluma, el mismo que viste, calza y atiza... ¡El gran Robin Campoa! (Brazos en alto, paseíto por el escenario...).

Soy el rey del ring, el más famoso, el más cotizado, el más calurosamente aclamado... Llevo en la palestra cinco años, y cinco triunfos consecutivos por K.O. absoluto.

Y es que en cuanto llego al cuadrilátero, me convierto en un fenómeno, en una máquina de acoso y derribo, en un púgil de los que hacen historia en los anales del deporte (Brazos en alto, paseíto por el escenario...).

Me he abierto camino en la vida sólo, a guantazo limpio... Y limpiamente, por supuesto.

Eso sí, cumplo el reglamento a pies juntillas, la dieta a rajatabla, el entrenamiento sin piedad, y el descanso obligatorio como un bendito... Y así estoy yo.... (Brazos en alto, paseíto por el escenario...).

Normalmente, al tercer asalto ya he tumbado directamente al contrincante, y en cuanto suena la campana, yo me siento más triunfal, y el de enfrente, más hecho puré.

Vamos, que las cuerdas son para mí el perímetro de un simple patio infantil... (Se señala a sí mismo, brazos en alto, paseíto por el escenario...). ¡¡No hay dolor, no hay dolor!!!

(De repente cambia su triunfal postura, hombros hacia abajo).
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce....

Hay un problema, algo que no puedo dominar... (Empieza a salirle un marcado tic el ojo). Un cachondeíto que noto que se llevan hasta mi manager, mi entrenador, mis espónsores (Enseña la publicidad del albornoz) , y lo que es peor, lo más importante para mí.... mi enfervorizado público...

(Manos a la cara, gesto de preocupación, empieza a moverse de un lado a otro del escenario, muy nervioso).
Y es que estoy llegando a la conclusión de que eso de la “Pluma” no sólo lo ven en mi peso... No sé si me explico... ¡Y yo no tengo la culpa, ¿eh?... Pero cada vez que el campeón de los Pesos Pesados, Bertín Carrascal, me observa en el descanso del entrenamiento, a mí no me gusta ni un pelo, y noto que me desconcentro demasiado.... No sé....

(Mueve la cabeza, pensativo, otra vez el tic en el ojo, acompaña sus explicaciones con los brazos).
Lo veo moverse en el ring, musculoso, atlético, completamente “pesado”, y de repente, me mira de reojo, nunca mejor dicho, y no sé lo que le ocurre... (Tic en el ojo). Se salta el reglamento, no se entera de que suena la campana, y ya no sé si le han dejado el ojo como un huevo, o es que me tiene el ojo guiñado... (Otra vez el tic en el ojo).

Y siendo el boxeo un deporte de contacto, noto que a Carrascal que le entran... ¡Demasiadas ganas de contactar conmigo! ¡No sé si se me entiende bien, puñetas!.... (Tic en el ojo).

Y yo me siento muy, muuyyy pequeñito. Y muy... acojonadito... Más vegetal y más quieto que el cactus este (Otra vez el tic en el ojo, señala al famoso cactus). ¡Y a él le veo muyyyyy, muy grande!!

(Se sienta en el taburete, brazos abajo, abatido)
En confianza, que más que Peso Pluma me siento un Peso Mosca Ligero.....
¡Resumiendo, que el tío me mira de una forma muy rarita! ¡Y muy intensa! ¡¡Y a mí me pone nervioso, la verdad!! ¡Y los colegas se dan cuenta, y con eso de ser yo el Peso Pluma, ya le han sacado los chistecitos sin gracia a “la Pluma del Peso”, y oigo comentar en el pasillo algo del "Plumilla"!!

Y lo que es peor, me consta que más allá de la lona ya no me llaman “El Campoa”, sino “El Campoamor de los Plumas”... (Otra vez el tic en el ojo).

La verdad, esta sensación no me ayuda nada... Dentro de seis días peleo el Campeonato Mundial de los Plumas contra Casi Secalla, y yo ya tengo la mosca en la oreja, y no precisamente por la del Mosca Ligero, sino por las sonrisitas irónicas que Secalla me dirige en las ruedas de prensa... (Tic en el ojo).

No puedo pensar, me cuesta arrearle al saco, no duermo bien, tengo pesadillas con la lona y los asaltos, me veo KO nada más subir al cuadrilátero, y me ha salido un tic aquí, en el ojo (Señala su ojo, sigue con el magnífico tic).

Me parece que empiezo a ser la coña marinera de la profesión, y como le llegue la onda de mi ansiedad a Casi Secalla, ya me veo desmoralizado del todo y tirando la toalla al primer asalto.... (Tic en el ojo).

(Se pone de pie con resolución, levanta un brazo)
Así que, diga lo que diga el reglamento, un menda va a hacer de tripas corazón, va a ir al psiquiatra antes del Campeonato, y hasta que no me den los tranquilizantes de turno, sean o no sean dopaje, o trampilla, ya puede ir sonando la campana, que Robin Campoa llegará... ¡¡Cuando pueda!! ¡¡Cuando se me quede el maldito ojo quieto!!

(Levantando ambos brazos, mucho más animado)
¡Adelante, que el Casi lo lleva claro con el Campoa!!
¡Vamos a ver si al Secalla “lo callo” yo de un mamporro!!
Y al “Pesado” de Carrascal... ¡Que lo “carrasquee” su abuela!

¡Eiii! ¡Eii!! ¡Eiiiii!!!! (Golpes imaginarios como al principio de la entrada)
¡¡A por el sexto cinturón, Campoa!!
(Sale boxeando a paso ligero)

2 comentarios:

  1. Bueno, no sé si es consciente de la gracieta, el pobre.... Yo creo que tiene más miedo que Roque, ya sabes....

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