lunes, 12 de septiembre de 2011

14)- El cazador Sir Douglas Smith, o La Gloria de Uno Mismo

 

NOTA PREVIA: Si no entiende usted un pepino respecto a qué va ésto del Baúl, ni del entorno de aDitoday, ver documento Breve introducción a los “Eventos”, y a la evolución de “Las Criaturas del Baúl”, http://elbauldebandolera.blogspot.com/2011/08/introduccion-los-eventos-y-la-evolucion.html, o en su defecto el texto del primer personaje, “Joselito, el Niño de la Guasa, o la Fuerza de la Necesidad”.

En todo caso, conviene recordar que ninguna en de estas criaturas se busca “per se” un valor literario en especial. Se trata de otra cosa.... De algo para ser, sencillamente, vivido.



Bien: ha habido crucero de los esperpentos, como era de esperar y vaticinó certeramente Kioskero. Y en Suite, para mayor contundencia.

Lo mío me ha costado retirar del pasillo la maqueta gigante del "Grand Holiday", pero es que me parecía que tragar más de una semana con la pamplina esa, disfrazándome de camarera cada vez que llegaba a casa, preparando juegos de animación y cantando como Rafaella Carrá pero desafinando en el teatro y los bares del barco, no resultaba ya de recibo...

Incluso he aprendido a hacer un combinado, llamado "Yellow Bird", con un toque de banana que es la monda, para qué vamos a negarlo.

Obviamente, también he sido el Capitán. Lo he conseguido a base de trincarme previamente unos cuantos "Yellow Bird".

Entiendo que el precio de mi dignidad ha sido intercambio más que suficiente para que las criaturas me obedezcan sin rechistar unas cuantas Columnas más. Porque yo de esta raya os aseguro que no paso...

Quizás algún simpatizante de estos ingratos seres quiera saber qué tal les ha ido en sus inauditas vacaciones: creo que están intentando escribir una obra con sus vivencias en el barco (el colmo del bucle, los "escritos" quieren "escribir" su experiencia, en la que seguro salgo yo misma descrita como "el servicio", y con suerte, como "el Capitán"), y aunque no se ponen de acuerdo respecto a la naturaleza de la misma (las opiniones van desde novela romántica hasta un tratado sobre las desviaciones navales producidas por la velocidad del viento), puedo asegurar que lo han pasado de miedo.

Lo único interesante de esta dantesca experiencia para una menda, aparte de determinar definitivamente el límite de mis propias concesiones, ha sido descubrir cómo el cambio de situación y entorno ha generado interesantes relaciones y reacciones entre ellos mismos. O eso me parecía percibir, en los momentos nocturnos en que "yo" cantaba para "ellos", y "ellos", ausentes del todo a "mi" presencia como mero fondo musical, se desenvolvían naturalmente con su "Yellow Bird" en la mano. Sería dilatarme demasiado profundizar en la cuestión, pero en resumen, podría cotillear lo siguiente: Cleopatra ponía ojitos tiernos a Crispo "El Carrera", además de al SPA; a Crispo le seducía el Casino; el Casino reclamaba al Jeque Shariff Abu; el Jeque perseguía a la Viuda de Anselmo; a la Viuda le atraía el Torero Joselito; el Torero anhelaba el Concurso de "Mister Grand Holiday"; el Concurso de Mister llamaba por megafonía al Sheriff Denver; el Sheriff quería conocer las técnicas profesionales del Sargento Vicente; Vicente se interesaba por la carrera de Pili "La Pilingui"; Pili suspiraba secretamente por Don Diego "El Zorro"; Don Diego quería competir con D' Artagnan a toda costa; D' Artagnan necesitaba consejo del Padre Benito; el Padre Benito esperaba con insistencia la hora del Comedor; el Comedor solicitaba formalmente conocer la opinión de César; César quería probar el porro de Johnny; a Johnny le cautivaban las teorías cósmicas del Profesor Franz; y al Profesor Franz le interesaban los cálculos del movimiento marino... Y mira tú por dónde, también el SPA.

Conclusión: un lío tremebundo, pero interesante filón para mí, LA AUTORA (me lo pongo en mayúsculas para no olvidarlo), a la hora de utilizar técnicas un tanto menos ortodoxas y un poco más... manipuladoras, para el buen fin de la "Operación Orden y Concierto", imprescindible sin más y que me dispongo a poner en marcha de inmediato.

Y centrándome en nuestro personaje de hoy, creo sinceramente que para Sir Douglas Smith el crucero de placer constituía uno de sus sueños más recónditos, incluída por supuesto la Gran Cena de Gala con el Capitán, en la que lució todas sus condecoraciones.

Resultaba obvio su especial interés por Cleopatra, pero por encima de ello ha disfrutado (y aprovechado) de una ocasión de oro para darle la paliza a todos, sin excepción ninguna, incluso a una servidora cuando era Capitán. Y como fuera del Baúl tenían que ser todos profundamente educados, pues no les ha quedado más que tragarse sus batallitas.

Así que, para rematar la felicidad de Sir Douglas, me permitiréis que os lo traiga a escena, pues otro foro social en el cual explayarse en todo su esplendor representa para él el cúlmen de su plenitud. 
Da igual que el tigre africano no exista, éso es parte del encanto de Sir Douglas.

Así pues, ¡Damas y Caballeros, les presento hoy, pletórico de exitación, a uno de los hombres más insignes del Imperio de Su Majestad (Que God proteja muchos años), un hombre de honor, un valiente, un explorador incansable! Y un lector habitual de prensa, además...

(Un inciso para mi colega Alenvedi: sale de nuevo el cactus).
¡¡Con todos Uds., el cazador Sir Douglas Smith!!
¡Arriba el telón, ritmos de tam-tam!


PERSONAJE: EL CAZADOR SIR DOUGLAS SMITH
DISFRAZ: Chaleco de cazador, bolsa de cazador, gran mostacho, sombrero de cazador, pañuelo a conjunto en el cuello, cantimplora colgando, navaja en el cinto, escopeta de plástico, gran medalla de condecoración.
COMPLEMENTOS: Ejemplar de "The Times" con su foto en portada, un cactus del desierto (el de siempre), acento inglés.
TEMA MUSICAL: Tambores de Africa en el Teatro de la Paz en Tucuman.



TEXTO BASE DEL CAZADOR DOUGLAS SMITH: (Importante el acento inglés)

(Entra a escena rifle en mano, con un "Times" bajo el brazo, dando vueltas en postura acechante y acompañado al fondo por la música del tam-tam. De repente, repara en el público y se para en seco).

¡Cielos! ¡¡Una tribu de indígenas!! ¡¡¡Por su majestad, vaya suerte la mía....!!!

(Empuñando su escopeta)
¡Atrás, bárbaros caníbales!
¡Si pudiérais entenderme, sabríais que mi nombre es conocido por todo lo largo y ancho de este mundo civilizado... !


(Mirando hacia el cactus del desierto, baja la escopeta)
¡Caramba, para más inri, un cactus aparece en plena selva indómita! My God, no acierto a comprender si esta irregular situación es una contrariedad o un hallazgo infinito...

En fin, mi nombre es Smith, Sir Douglas Smith, y soy el cazador y disecador de fieras, bestias y animales salvajes más famoso de todos los anales de la historia de Occidente, y también de Oriente, por cierto... (Se atusa el bigote con orgullo).

¡Así es, mis queridos analfabetos del tam-tam! (Relaja su postura)

El público reconocimiento a mis proezas no sólo se comenta en los más selectos Clubs de todo London, sino que se me cita a menudo en la sección de "Records" del "The Times" (Enseña ufano el ejemplar del "Times" con su foto), y además, he sido condecorado por su Majestad la Queen Victoria, que God la proteja muchos años, con la mención honorífica de Sir del reino, por mi bravura en lugares inhóspitos e incivilizados como éste (Hicha pecho, deja mostrar la condecoración que lleva colgada).

¡¡Así que, pequeños brutos, no vengáis a darme el today, porque la verdad es que ahora mismo no tengo time!!

Es más, ya es la hora del tea, casi las cinco o"clock, y todavía no he logrado atrapar al maldito tigre africano que llevo todo el día persiguiendo con mi mejor rifle de tiro... ¡Que por cierto, pesa un egg ! (Con gesto de cansancio, apoya el rifle en el suelo).

De hecho, ayer ya se me escapó una magnífica pieza de rinoceronte, que se dice soon, porque al porteador le entró un terror escénico indecible, produciendo tales gritos y gruñidos que hubieran despertado al elefante más sordo.

Realmente dramático, mis no instruidos y patéticos oyentes, porque mi competidor O"Callaghan me lleva este año... (Baja la cabeza en señal de esfuerzo máximo) ¡¡Dos trofeos de ventaja....!!

(Levanta el dedo, indignado)
¡¡Esto no se puede permitir!! ¡Smith debe seguir, y seguirá siendo, el cazador de curiosidades mamíferas más portentoso del Imperio, al que por cierto God proteja también muchos años!

(De repente, mira con interés al público)
Ahora que me fijo un poco más, y hablando de curiosidades, parece que resultáis un grupo humano realmente original.... Sub-humano, diría yo a primera vista...

No sé si aprovechar el time y llenar mis jaulas vacías... Total, el tigre ya debe estar más allá del Serenghetti, el tea se enfría, y dudo mucho que O'Callaghan se atreva a explorar, precisamente, estas selvas.

No obstante, resultaría sensato que lo reflexionara un poco más.... Quizás su Majestad la Queen no viera con buen eye que un auténtico Sir británico como Douglas Smith le trajera disecados unos cuantos indígenas para el Museo de Historia Natural de London.

Mejor me lo pienso con el tea...

De momento, me llevo el cactus, ejemplar vegetal menor, pero irrefutablemente curioso.

¡No os mováis, panda de bárbaros! Volveré a las 18 horas, o"clock".
¡¡Stop y Goodbye!!
(Sube de nuevo el tam-tam, se marcha con la misma postura de acecho con la que entró).



Originalmente publicado en: http://www.adi-today.es/columnas/141-el-cazador-sir-douglas-smith-o-la-gloria-de-uno-mismo









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